Tuesday, September 30, 2008

Se hace camino al andar


Otro gran versificador de la canción hispana es el catalán Joan Manuel Serrat, el único, el irrepetible y nunca bien ponderado Nano. ¿Qué decir si tanto hemos dicho ya acerca de su obra? Serrat formó a nuestra generación en el gusto por la poesía española de la preguerra civil, cantó y grabó en su lengua materna, el catalán, dos actos sumamente valientes en el contexto de la España franquista que le tocó vivir en su juventud. “Cantares”, su canción más conocida en el mundo, es una apología al poeta Antonio Machado, que como todos saben murió en el destierro, al igual que miles de españoles perseguidos por el franquismo: “ Caminante, son tus huellas / el camino y nada más;/ Caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar./ Al andar se hace el camino,/ y al volver la vista atrás/ se ve la senda que nunca/ se ha de volver a pisar/ Caminante no hay camino/ sino estelas en la mar”. Un bello pensamiento esperanzador que nos hace reflexionar sobre el andar con la mirada puesta en el futuro, nunca en el pasado, en el que la mar es la vida misma de las personas, tan inmensa e ignota que no vale la pena cuestionarse, solo hacer camino hacia adelante. Regresando al tema de Sabina, no siempre es sarcástico, también navega a ratos por el romanticismo, como en ésta: “Puedo ponerme cursi y decir/ que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños,/ puedo ponerme triste y decir / que me basta con ser tu enemigo, tu todo,/ tu esclavo, tu fiebre, tu dueño./ Y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,/ tu mal y tu bien,/ tu pan y tu vino,/
tu pecado, tu dios, tu asesino…/ O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra/ a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea. / Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor/ que me falta valor para atarte a mi cama, / puedo ponerme digno y decir/ “toma mi dirección cuando te hartes de amores
baratos de un rato… me llamas”.

La respuesta está en el viento

Serrat, Sabina, Áute, en España; Parra en Chile; Facundo en Argentina; Silvio, Pablo y Amaury en Cuba, entre muchos más en Hispanoamérica, siguieron el camino poético que trazó el precursor Bob Dylan. Éste, a su vez integrante de la generación de la posguerra mundial, emergió en los sesenta creando un estilo, una intención poética, una temática hasta ese momento inusitada en la música popular. No es que inventara nada, en realidad en todos estos casos los compositores abrevan de tradiciones populares y actualizan. Dylan puso de manifiesto las posibilidades poéticas que ofrecía la cultura popular y las llevó a su clímax. Atrás quedaron las letras sonzas del rock, los hey, hey, hey, interminables. Su influjo ha sido tal que prevalece hoy como el mayor ícono viviente del rock y del folk . Su balada más emblemática “La respuesta está en el viento” : Cuántos caminos debe un hombre caminar/ Antes de que lo llames un hombre/ Cuántos mares debe una paloma blanca navegar/ Antes de que se duerma en la arena/ Cuántas veces deben volar las balas de cañón/ Antes de que se silencien para siempre./ La respuesta, mi amigo, está soplando en el viento/ La respuesta, está soplando en el viento.

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