Wednesday, June 10, 2009

A dónde irán las golondrinas?

En las últimas semanas hemos dado el último adiós a dos grandes amigos y muy queridos personajes de la cultura en Chihuahua, me refiero a Magdalena Chavira y Don Benjamín Tena Antillón. Como suele pasar a esta que escribe, la conmoción por su partida me ha ocasionado una especie de bloqueo que me ha impedido mencionarlos en este espacio. La sensación es la misma que cuando en
tre sollozos entonábamos “Las golondrinas” cada fin de cursos en la escuela primaria para despedir a los compañeros que quizás nunca volveríamos ver, pero que sobre todo significaba despedir una etapa de nuestras vidas que sería irrepetible. Hay una tristeza intangible en el ánimo, un leve pero prolongado dolor punzante en el corazón por las ausencias que no pueden resarcirse de ninguna manera, sentimiento ante el cual cobra sentido la canción de Silvio Rodríguez: “…Mi unicornio azul ayer se me perdió y puede parecer acaso una obsesión pero no tengo más que un unicornio azul, y aunque tuviera dos yo solo quiero aquel, cualquier información la pagaré, mi unicornio azul se me ha perdido ayer, se fue...”. Ausencia de amigos que, aunque no nos viésemos a diario, significaron algo importante en nuestras vidas.
Magdalena canta para todos
Nos duele Magdalena a sus amigas porque era nuestro par; igual a nosotras en sentimientos, anhelos, gozos, desdichas y destino; porque era mujer y por el género debió sufrir lo que las demás y más aún; porque fue hija, hermana, esposa y madre y porque con su canto nos alumbró muchas veces el camino. Escucho su voz : “…cuando estoy triste lijo mi cajita de música, no lo hago para nadie, solo porque me gusta. Te espero, tu tristeza huele a ti y es menuda…” en una grabación única que ella personalmente puso en mis manos; la escucho y no puedo evitar el llanto. Con gran ingenuidad --o mucha soberbia-- pienso que canta para mí puesto que sabía perfectamente que me gustaba esta bella canción de José Pedroni . Magda se fue sin despedirse debido al encadenamiento de una serie de incidentes ocasionados por sus múltiples condiciones de vulnerabilidad: Por ser mujer sola, padecer una enfermedad mental y estar a merced de los depredadores de mujeres. Magda recibió una muerte que no merecía y ahora su voz ha quedado trunca, dejándonos en la orfandad de ella. Solo nos queda la indignación y con justicia pedimos el esclarecimiento de los hechos.
Lo que tengo bien claro es que Magda canta para todos, también para mí porque así lo necesito (como le dijo el cartero de Neruda), pero su canto es de todos quienes la quisimos.
Cuando un amigo se va
El 18 de febrero falleció Don Benjamín Tena Antillón, en su cama, rodeado de sus hijos, como corresponde a un hombre bueno que vivió largamente y tuvo la oportunidad de prodigarse en amor por el prójimo y sabiduría. Compañero y mentor de varios de nosotros, comunicadores que encontramos en Don Benjamín ejemplo, amistad y un gesto solidario permanente. Se le extrañará desde luego, pero creo que quienes convivimos con él podemos sentirnos privilegiados de haberlo conocido y aprendido de sus enseñanzas.
Nos duele la partida de Magdalena y Don Benjamín porque nos quedamos aquí… sin ellos.

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