Thursday, October 30, 2008

Lo que el viento se llevó: Ícono de una generación


(Advertencia:

Perdón a mis lectores, si , soy repetitiva como todos, padezco de ciertos leit motivs, ciertos emblemas que aparecen como temas recurrentes; Lo que el viento se llevó, Scarlett O'hara y Rhett Buttler son... eso. )


Tendría como cuatro años cuando mi madre me llevó al cine del barrio (el Azteca) a ver “Lo que el viento se llevó”. Me impresionó tanto que durante muchos años tuve pesadillas en las que aquel mundo devastado de la guerra civil norte-sur de EU, se me aparecía como anticipación apocalítipa del fin del mundo. Ésta quedó fija en mi memoria como el máximo registro infantil de dolor emocional ante la conflagración bélica. Obviamente no había vivido nada. En aquella tierna edad mis tragedias eran de celuloide. Pero, debo admitir, lo que más me impresionó, y lo que me dejó más huella emocional, ha sido el personaje de Scarlett O'Hara, horrorizada por la guerra y la muerte, indignada por la pobreza y el hambre, afrontada a la responsabilidad de ser. En ella no había cabida para las debilidades femeninas a pesar de su belleza...

Si mal no recuerdo, Scarlett O'Hara trepó a su hermana parturienta arriba de una carreta que condujo por entre el campo de batalla. Al fondo se escuchaban los ruidos de la metralla, además de guerra todo era desolación, fuego, humo, destrucción. Scarlett cumplió con su cometido resguardando su carga de nueva vida. En la casona paterna reinaba el dolor, la oscuridad y el abandono, Scarlett entra hasta el traspatio y del magro huerto arranca un tubérculo del suelo, en ese momento hace un juramento. Esa es la escena que más ha impresionado a la niña, en ella se mezcla, por un lado el arrojo, la valentía y el coraje del personaje con una especie de sentido del deber extraordinario. Dicha escena se repitió durante años en mis pesadillas.

Scarlett, prototipo de la mujer del siglo XX

Scarlett O'Hara, bella y fuerte, vulnerable e invensible. ¿El prototipo de la mujer de la segunda mitad del siglo XX? Mujer en plena lucha por la sobrevivencia, no sólo como ser humana, sino como ente cargado de significaciones inaprensibles y contradictorias, significaciones al fin determinantes. O se tiene amor o se tiene éxito en el sentido masculino. Ahora que a principios del siguiente siglo la lucha parece enconada y en ocasiones perdida, la misoginia y el feminicidio se erigen sobre nuestras dulces cabecitas, tan llenas de ideas y sueños imposibles.

Lástima… Rhett

Rhett Butler, prototipo del hombre fuerte, dominante, poderoso, nunca podrá serlo lo suficiente para retener a Scarlett , y, finalmente, huye. Al parecer la abandona aunque en realidad nunca la tuvo. Ese final me conmueve, Scarlett permanece arriba de la escalera. Quizás llora un poco y da media vuelta exclamando un diálogo: Me iré a dormir, mañana pensaré cómo haré que vuelva, mañana será otro día.

Nota: Hace unos días recibí un mensaje de Milagros Revenga, quien fue la compañera de Alejandro Aura en sus últimos años, donde informa del sentido homenaje póstumo que le hicieron sus amigos de Madrid. Vaya por este medio un saludo de reconfortamiento a Milagros.

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