Tuesday, September 30, 2008

¿Qué fue de O.C. Smith?


¿Qué fue de aquellos personajes que poblaban nuestras fantasías en los años maravillosos de la adolescencia cuando (como dice Serrat) recién despertábamos de un mundo infantil? Atrás habíamos dejado la televisión pues sus programas de supuesta ciencia ficción con escenografías de cartón solo nos provocaban alguna risita irónica (¡Peligro, peligro!) y, a cambio, acogíamos con gusto la radio y sus impertérritas tradiciones. Mi amiga Judith (Judith con “jota”) en punto de las once de la mañana cada día solicitaba una complacencia, “Señor locutor: Sería tan amable de complacerme con Little green apples de O.C. Smith, especialmente dedicada para Jaime M. de parte de Paty N”, y daba otro nombre para despistar a los indiscretos, pensaba ella, aunque todo el mundo en la secundaria conocía de su secreto amor por el tal Jaime, un muchacho bastante fresa de por esos rumbos.

Por esa época reinaba en la radio en inglés la cantante Dionne Warwick interpretando los celebérrimos temas de Burt Bacharah: I say a little prayer, I’ll never love this way again, What the world needs now is love, Raindrops keep falling on my head, Close to you y The look of love. En contraste, yo prefería a los Credences, los Rolling, los Doors, Janis, Hendrix, Zappa y a los muchachos del turno vespertino por ser más grandes, rebeldes y avispados.

Mi amiga Judith venía de una primaria de monjas, se ponía estambres de colores para recoger su larga cabellera en una media cola en lo alto de la cabeza y usaba mini vestidos de algodón estampado con graciosos calzones bombachos de la misma tela. Sus papás la castigaron una semana sin ver televisión porque la sorprendieron agazapada en un rincón de la oscura sala de estar de su casa para no perderse detalle de la película “Un hombre y una mujer” que trasmitían en horario solo para adultos, es decir a medianoche. Ella nunca entendió el por qué de tal medida correctiva y a mi me provocó una gran curiosidad. Famosa en su época por las escenas subidas de color entre los protagonistas, en realidad esta cinta trata de una historia de amor como cualquiera, que en la actualidad podría resultar hasta pálida. Más impresionantes son las escenas donde un espléndido Mustang rojo de potente motor cruza raudo y veloz por las carreteras de la Riviera francesa con el tema musical de fondo: “Un hombre y una mujer en la oscuridad…tari ra ra ra ra ra rá, ra ra ra ra rá…”.

El que no se enteró jamás del amor secreto de Judith fue justamente el interfecto, por lo que aquello no pasó ni siquiera a primera base. Mi amiga es hoy en día una hermosa mujer madura, profesionista, casada y con hijos universitarios. Dionne Warwick grabó muchísimos discos hasta que se eclipsó relativamente luego de enemistarse con Bacharah, es tía de Whitney Houston y abuela de una nieta que ganó un importante concurso de canto y ahora se dedica a cantar con ella para impulsar su carrera. Del que no se sabe nada es de O.C. Smith, cuyo éxito radial Little green apples fue usufructuado por muchos otros incluido Tom Jones. Por otra parte, ésta que escribe sospecha que la Compañía Ford fue patrocinadora de la producción de “Un hombre y una mujer”.


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