Tuesday, September 30, 2008

Un minuto sin tomar aire


¿Recuerdan ustedes aquel famoso Vals del Minuto (Chopin), proesa musical que la cantante Nacha Guevara, a su modo convertía en su particular hazaña al cantar una precipitada canción prácticamente sin tomar aire? Bien, pues ese es justamente el fondo musical sobre el cual escribo hoy. Y….

Las brujas

Durante la Edad Media, en Europa murieron en la hoguera millones de mujeres acusadas de practicar la brujería, es decir, de tener tratos con el Malvado, y con hechizos y conjuros malévolos lograr sus propósitos, casi siempre en perjuicio de otros. Algo muy curioso es que tanto en los registros como en las tradiciones populares se habla de las brujas no de los brujos, concibiendo a estos personajes como entes femeninos preferentemente, lo cual de por si indica un sospechoso sesgo de género. A estas alturas de la humanidad es innegable el hecho de que estas mujeres fueron, por el contrario, víctimas de la ignorancia y del fanatismo. Es probable que muchas de ellas perteneciesen a culturas y etnias que oponían resistencia cultural a la opresión de la hegemonía religiosa y militar que paulatinamente se adueñaba de aquellos territorios enarbolando la cruz y el nombre de Cristo como justificación para sus brutales intereses. Quizá muchas de ellas fuesen practicantes de ancestrales ritos mágicos o antiguas religiones locales, o, simplemente mujeres sabias, fuertes, libres, indomeñables e insumisas, líderes de sus pueblos por mérito propio a las cuales era necesario eliminar, y la mejor estrategia para hacerlo fue acudiendo a la superstición de la masa inculta.

Mil años después, en plena era de la Cibernética, la triste historia de las brujas se repite tomando otras dimensiones y formas, pero con el mismo peso devastador en el terreno de las construcciones simbólicas. Las mujeres brujas de hoy son las que han logrado superar los siglos de opresión que les han precedido, se preparan, son profesionales, se desempeñan bien, ascienden laboralmente y acceden cada vez más a posiciones de poder relativo, y si además son libres, sabias, fuertes, indomeñables e insumisas, se convierten en brujas archipeligrosas. Si no tuviera consecuencias trágicas, sería bastante cómico ver cómo en algunos ámbitos de toma de decisiones, invariablemente cuando una mujer muestra mayor inteligencia, expone con mejores argumentos que los varones, o sencillamente disiente en un espacio en el que a las mujeres no les es permitido disentir, es tachada prácticamente de bruja; acusación a partir de la cual se le adjudican todos los males, aún cuando estos sean consecuencia exactamente de aquellas decisiones erradas de sus detractores. En otras palabras: Qué conveniente que todavía existen las brujas para que los varones puedan justificar su ineptitud e ineficiencia, adjudicándole sus errores al ejercicio de la magia negra de esas peligrosas mujeres, tan malas que todo lo echan a perder. Conste que no lo digo por mí, no tengo ninguna experiencia existencial al respecto, aunque si conozco algunos casos…Para no exponerse, ésta que escribe practica la filosofía de Marilyn Monroe cuando dice: A veces puedo ser inteligente, pero eso a los hombres no les gusta, por eso me hago la tonta.(Los caballeros las prefieren rubias).

No comments: